En fin, la Radiación Solar ha aumentado en las últimas décadas un 250%, y ahora ha vuelto a bajar de súbito. Cualquiera diría que estamos bajo la influencia de aquello que los científicos dicen sucede cuando la el planeta tierra entra en solsticio de verano galáctico, algo que en verdad nos dará un gran suspiro, pues el advenimiento, la destrucción del Mundo, y este Universo, están para su fin, o sea, ejecutaron la misión para la que fueron creados: Las Bodas del Cordero, o sea, el matrimonio de Dios con la más bella de todas las creaciones de Dios, aquella con la que tendría su único hijo, y así fue como Dios se hizo hombre, y pan, reinando entre nosotros, humilde, pobre y sencillo. Ese pan que comemos del crucificado, la carne y la sangre del Cordero de Dios inmolado, tal como nos relata San Juan Bautista y San Juan Evangelista en el Apocalipsis.
Esta Tierra ya habrá cumplido su cometido cuando ya deje de sufrir Jesús en la Eucaristía, cuando cese el Sacrificio Perpetuo, y se Celebre la Muerte de Cristo en su Iglesia. Aquel día que los Dos Testigos, el Pan y el Vino, dejen de dar testimonio en la Tierra. Ese día, que se cumple Fátima, será el principio del fin, tal cual está escrito en Apocalipsis. Solo quedan las Copas de la Ira, esos 7 ángeles, pues de los 7 Truenos, no está escrito que dicen.
En que segmento del Libro del Apocalipsis nos encontramos? En la séptima lámpara de la Iglesia, Séptimo Sello, Séptima Trompeta, Séptimo Trueno, Séptima Copa. Los tiempos se acortarán.
En fin, el futuro que depara a la Tierra es interesante, todo honor y gloria al Señor, pues se cumple su Palabra, pues El es Logos, Encarnado, hecho Pan, Vino su Sangre en la Cruz. El Pan que comemos, el vino que bebemos es la carne crucificada, su sangre inmolada en el Altar del Sacrificio, por eso Jesús sufre por nosotros, y en nosotros, desde la Eucaristía.
La tierra dejará de dar más hijos a Dios, y seremos los que estamos, no habrá más humanos. Seremos como ángeles, sin casarnos ni darnos en casamiento, pues estamos en unión plena con él, half and half, como debía ser, pues el hombre fue creado para estar con Dios, y así será. Ahora nosotros somos esa Eva, y Él es ese Adán. María inmaculada, única madre de Dios, esposa de Dios como nosotros. Nosotros somos estériles, como las abejas, pues solo hay una Reina que dió a luz al único Hijo de Dios, pues Dios es uno solo, en tres personas, uno solo, y añado que quien a visto al Hijo, ha visto al Padre, y al Espíritu Santo. Y si quieres ver a Dios, es muy fácil. El no se esconde, él está ahí, en la Eucaristía. Y siempre sufre, por nosotros, sálvame Señor, es nuestro grito, pues a eso vino precisamente. Vino en obediencia, a salvarnos, dando su vida en expiación por nuestros pecados, vino a pagar la multa, que era sentencia de muerte eterna. El vino a pagar, y el está ahí, esperándote, en la Eucaristía, a que vayas y le supliques que te salve. Sálvame Señor, acepto la Justicia de Dios, que entrego a su unigénito para salvarnos. No estimó su vida en obediencia, y por eso triunfa, y reina eternamente.
Adóralo y contémplalo hoy, que aún está entre nosotros, antes que nos sea quitado, antes del fin del mundo, y tú venida en Gloria.
Si no te vimos aquí en la Tierra, humilde, pobre y sencillo en la Eucaristía, cómo reconocerte cuando vengas en Gloria. Tantos te maldecirán cuando vengan los dolores, perdónalos, no saben lo que hacen.
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