Lo más interesante es cómo estás bestias tienen hipnotizada con terror a la población. Me recuerda ese momento en que llevaban a Jesús a su crucifixión. Era un espectáculo criminal barbárico. No obstante, parecían como posesos por el mal.
Dios ten piedad y misericordia por nuestros pecados. Pues lo que le hacen a uno de nosotros, nos lo hacen a todos. Y si no hacemos nada, e ignoramos, o tememos, somos cómplices de esa maldad. Son ya mil cuatrocientos millones mundialmente. Una tercera parte de la población, todos niños inocentes en los vientres de sus madres.
Ten piedad, somos como zombies, devorándonos unos a otros, a los más pequeños. Pues si no levantamos la voz en defensa de estos niños, somos sus cómplices; como lo fueron en Alemania todos aquellos que permitieron la persecución de los Judios. Pues sobre ellos está la bendición de Abraham. Y también sobre todos esos niños inocentes que han salido ya de la gran tribulación, las siete trompetas apocalípticas.
En fin, año 2018, en los últimos dos milenios hemos pasado por el candelero, el libro y sus siete sellos, las trompetas cumpliendo proféticamente aquello que está escrito: una tercera parte de la población exterminada. Ya solo nos faltan los truenos, y la gran finale; las copas.
No obstante, para que todas las aguas de los mares y ríos estén contaminadas, falta tiempo. De momento, como dice en las trompetas, una tercera parte de los ríos y mares ya están contaminados. Pero, para que estén todos, falta. O sea, la sexta y séptima copa están distantes.
Gracias Señor por tu fortaleza para levantar nuestra cabeza, esperando nuestra cercana salvación; cuando vienes en gloria, y la tierra y el universo no se hallen más delante del trono de Dios.
Gracias por tu esperanza de salvación. Maranatha! Ven pronto Señor Jesus! Te esperamos anhelantes.
No comments:
Post a Comment